Mujeres y jóvenes mexicanos son los grupos con mayor riesgo de no alcanzar una pensión para su retiro debido a factores culturales, sociales y laborales: las primeras porque dejan de aportar a su cuenta individual y, los segundos, porque prefieren el beneficio inmediato de un ingreso en la informalidad.
Datos que arrojó la Encuesta de Trayectorias Laborales 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) por encargo de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), indican que en el país las mujeres corren el riesgo de no alcanzar una pensión porque empiezan a laborar casi tres años más tarde que los hombres, cuentan un menor nivel educativo y duran menos en el empleo, y los que consiguen, son sin seguridad social.
“La mayoría de las mujeres se dedica al hogar al dejar el empleo, lo cual las confirma como un grupo vulnerable en materia pensionaria”, puntualiza el análisis.
Por cuanto a los jóvenes, porque se incorporan relativamente más tarde al mercado laboral y cuando lo hacen, solo cuatro de cada 10 consiguen un trabajo formal.
“Resulta crítico reforzar las acciones para afiliar a la población al SAR desde una edad temprana, pues entre más se posponga el momento de ingresar al mercado formal, más complicado será hacerlo durante la trayectoria laboral de los trabajadores”.
Los trabajadores jubilados y pensionados no podemos cerrar los ojos a esta problemática, ya que en su momento somos un apoyo a esas juventudes que sufrirán los embates de las reformas neoliberales.
Deja una respuesta