Si las administradoras de fondos para el retiro (afores) pudieran invertir más en el extranjero, se tendría un portafolio más diversificado que ayudaría a reducir riesgos y permitiría mejorar los rendimientos que dan a los trabajadores que ahorran para obtener una pensión, expuso la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
En su estudio Mayores rendimientos y menor riesgo, los beneficios de ahorrar una parte del ahorro pensionario en el extranjero, explica que la posibilidad de contar con un portafolio diversificado a nivel internacional, mitiga el riesgo país de la cartera de inversión “a mayor diversificación global, menor riesgo país y mayor protección para el ahorro de los trabajadores”.
Además, menciona que la inversión en activos extranjeros conlleva a una ampliación en la frontera de posibilidades de inversión, lo que a su vez incrementa las oportunidades de lograr mejores combinaciones de rendimientos y riesgos.
“Cualquier restricción a la inversión en un tipo de activo financiero acota las posibilidades de diversificación de los portafolios y de obtención de rendimientos”.
Asegura que la inversión en valores extranjeros contribuye a mitigar el riesgo de que los fondos de pensiones presionen al alza los precios de activos financieros domésticos (generación de burbujas); así como el riesgo de que se genere un excesivo poder de mercado por un solo tipo de inversionista y el riesgo de potenciales conflictos de interés por la escasez de alternativas de inversión.
Se revisará régimen de inversión
El estudio de la Consar resulta conveniente ante la revisión que busca hacer el próximo gobierno en el régimen de inversión de las afores y de las comisiones que cobran a los trabajadores por administrarles e invertir su dinero en el mercado.
En su momento, Arturo Herrera, quien será el subsecretario de Hacienda, comentó que la revisión al régimen de inversión debe asegurar que lo que inviertan las afores va a ser suficiente para garantizar una vida digna para los pensionados.
Por lo anterior, directores de afores, comentaron a El Economista que ven con buenos ojos el que se revise dicho régimen, especialmente el límite de 20% que se tiene para invertir en el extranjero, pues consideran que debería ser mayor para generar mejores rendimientos.
“Definitivamente, si queremos competir a nivel mundial debemos buscar mayor flexibilidad en el régimen de inversiones”, expresó en su momento Eduardo Villarreal, director de Afore Invercap.
México con el mayor límite en inversión extranjera
El estudio de la Consar refiere que en el artículo 48 de la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro, se establece a las sociedades de inversión de fondos para el retiro un límite máximo de 20% en la inversión en valores extranjeros.
En tanto Chile, cuyo sistema se asimila al mexicano, tiene un límite máximo para inversión internacional de 80%, mientras que Colombia y Perú presentan límites de 70 y 50%, respectivamente.
“El ahorro de un trabajador, que se encuentra depositado en un fondo de pensiones que no tiene límites para invertir en el exterior, cuenta con una mayor gama de opciones de inversión en empresas y proyectos alrededor del mundo, por lo tanto, tiene mayores rendimientos”, detalla la Consar.
Por el contrario, un trabajador que cuenta con limitaciones severas a la inversión en instrumentos internacionales tiene muy acotadas las opciones comparado con sus pares internacionales y, por lo tanto, tienen una capacidad más limitada de obtener rendimientos y limitar el riesgo.
La Consar concluye que un portafolio con una mayor diversificación tanto de tipo de activos, como de vehículos y países elegibles es la mejor opción para que el sistema pueda seguir ofreciendo sosteniblemente rendimientos atractivos a los trabajadores que ahorran para su pensión.
Consar recomienda elevar edad para el retiro
El organismo señala que más de la mitad de los países miembros de la OCDE han introducido mecanismos automáticos para mejorar la sostenibilidad de sus sistemas de pensiones, ante incrementos en la esperanza de vida.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) destacó que en las últimas décadas, la población mundial ha enfrentado un cambio demográfico profundo, producto de una menor tasa reproductiva y un descenso continuo de la mortalidad.
En el documento «Expectativa de vida y edad de retiro en México y el mundo», la comisión analiza el reto que esto representa, al prolongarse el periodo en el que deben pagarse las pensiones, lo cual aumenta las exigencias financieras de los esquemas previsionales.
En un comunicado el organismo señala que más de la mitad de los países miembros de la OCDE han introducido mecanismos automáticos para mejorar la sostenibilidad de sus sistemas de pensiones, ante incrementos en la esperanza de vida.
Añade que la edad mínima de retiro en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), de 60 años, se encuentra claramente entre las más bajas del mundo, si se le compara con otros sistemas públicos y con los esfuerzos recientes que estos realizan por incrementarla.
Por lo que analizar la edad mínima de retiro requiere no sólo definir una nueva edad, sino que también es necesario establecer la fecha en la cual empezaría a incrementarse, así como la velocidad a la que lo haría.
De tal forma, indica que mejorar la cobertura y suficiencia del sistema de pensiones requiere de un incremento notable del presupuesto asignado al pilar no contributivo, por lo que será indispensable interconectarlo al esquema contributivo.
Además de refocalizar los subsidios y rediseñar las garantías que ofrece el sistema contributivo, con el fin de acotar el costo del sistema integrado y mantener los incentivos a la formalidad.
Destaca que incrementar las aportaciones obligatorias que realiza el trabajador a su cuenta individual tiene un límite, dado el bajo nivel de los salarios de la población en general y la informalidad preponderante del mercado laboral.
Por lo que mejorar las tasas de reemplazo requerirá alargar el periodo de aportación y disminuir la dimensión de la etapa de retiro, recuperando una proporcionalidad adecuada entre ambos periodos.
Mientras que el incremento de la edad mínima de retiro, junto con las mayores aportaciones, permitirá mejorar la equidad intergeneracional del sistema.
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