Gasto en males crónico-degenerativos y maternidad, entre los principales retos: Arriola
Por primera vez en ocho años, el instituto tiene superávit financiero de 6,743 millones, informa
Miércoles 5 de julio de 2017, p. 31
Los dos principales retos que enfrentará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en los próximos años son el déficit en recursos para enfermedades y maternidad, por el gasto que implica la atención de los males crónico-degenerativos, y el régimen de jubilaciones y pensiones, indicó el director general del organismo, Mikel Arriola Peñalosa.
El primer elemento de presión de gasto claramente son las pensiones. De aquí a 2070 debemos insertar un pago de 2 billones de pesos, y de aquí a 2035 nos van a crecer ya dos dígitos en lo porcentual al año
, señaló el funcionario, en el contexto de la presentación del informe de la situación financiera del IMSS en el periodo 2016-2017.
En el presente año, dijo, cubrir las jubilaciones y pensiones requerirá de casi 80 mil millones de pesos, y en 2035 la cifra llegará a 110 mil millones, por lo que para cumplir esta responsabilidad se requiere seguir aplicando un modelo de equilibrio, que combine el aumento de los ingresos del IMSS –debido al repunte del empleo formal– con un ejercicio responsable del gasto.
En relación con las enfermedades crónico-degenerativas, en particular el cáncer de mama y de próstata, dolencias cardiovasculares y diabetes), Arriola Peñalosa subrayó que el tratamiento de dichos padecimientos ha causado gastos al IMSS por 85 mil millones de pesos en 2017, por lo que reiteró la urgencia de virar el modelo de atención médica, de lo curativo a lo preventivo.
El riesgo de no aplicar este enfoque y permitir que las enfermedades crónicas sigan creciendo al ritmo actual, dijo, es que en 2050 el IMSS tendría que gastar más de 340 mil millones de pesos en atenderlas. Actualmente ya consumen la cuarta parte del gasto de enfermedades y maternidad, equivalente a 76 mil millones de pesos.
Por otra parte, destacó que, por primera vez en los recientes ocho años, el IMSS registró un superávit financiero de 6 mil 743 millones de pesos, lo cual ayudará a garantizar su viabilidad financiera por lo menos hasta 2020.
En 2012, recordó, el instituto presentaba un déficit de 8 por ciento de su gasto total, lo que lo ponía en riesgo de declararse en quiebra técnica y le daba un horizonte de viabilidad de únicamente dos años más.
De acuerdo con Arriola, la estrategia del Seguro Social para revertir dicha situación estuvo basada en la aplicación de mejoras operativas, de recaudación y fiscalización, así como en eficiencia en la administración de sus recursos.
Uno de los resultados, dijo, es que se lograron ahorros por 7 mil 700 millones de pesos en el gasto corriente del IMSS respecto al presupuesto que tenía autorizado, lo que significó una disminución real de 1.9 por ciento en comparación con 2015.
Asimismo, destacó la importancia de la compra consolidada de medicamentos, vacunas y materiales de curación, lo que ha permitido al instituto economizar alrededor de 3 mil 300 millones de pesos.
También se refirió a la importancia de la digitalización de trámites, lo cual ha ayudado a disminuir costos y tiempo de atención para los derechohabientes. De 2013 a 2016, dijo, se han realizado más de 110 millones de trámites de forma digital.
Consultado sobre cómo se puede mantener la viabilidad financiera del instituto, sugirió crear un manual de responsabilidades financieras y presupuestales, y un protocolo de decisiones para no violentar el equilibrio ingreso-gasto.
Gasto en males crónico-degenerativos y maternidad, entre los principales retos: Arriola. Deberá el IMSS pagar $2 billones por jubilaciones de aquí a 2070 Por primera vez en ocho años, el instituto tiene superávit financiero de 6,743 millones, informa Fernando Camacho Servín, Periódico La Jornada Miércoles 5 de julio de 2017, p. 31 Los dos principales retos que enfrentará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en los próximos años son el déficit en recursos para enfermedades y maternidad, por el gasto que implica la atención de los males crónico-degenerativos, y el régimen de jubilaciones y pensiones, indicó el director general del organismo, Mikel Arriola Peñalosa. El primer elemento de presión de gasto claramente son las pensiones. De aquí a 2070 debemos insertar un pago de 2 billones de pesos, y de aquí a 2035 nos van a crecer ya dos dígitos en lo porcentual al año, señaló el funcionario, en el contexto de la presentación del informe de la situación financiera del IMSS en el periodo 2016-2017. En el presente año, dijo, cubrir las jubilaciones y pensiones requerirá de casi 80 mil millones de pesos, y en 2035 la cifra llegará a 110 mil millones, por lo que para cumplir esta responsabilidad se requiere seguir aplicando un modelo de equilibrio, que combine el aumento de los ingresos del IMSS –debido al repunte del empleo formal– con un ejercicio responsable del gasto. En relación con las enfermedades crónico-degenerativas, en particular el cáncer de mama y de próstata, dolencias cardiovasculares y diabetes), Arriola Peñalosa subrayó que el tratamiento de dichos padecimientos ha causado gastos al IMSS por 85 mil millones de pesos en 2017, por lo que reiteró la urgencia de virar el modelo de atención médica, de lo curativo a lo preventivo. El riesgo de no aplicar este enfoque y permitir que las enfermedades crónicas sigan creciendo al ritmo actual, dijo, es que en 2050 el IMSS tendría que gastar más de 340 mil millones de pesos en atenderlas. Actualmente ya consumen la cuarta parte del gasto de enfermedades y maternidad, equivalente a 76 mil millones de pesos. El director general del IMSS, Mikel Arriola, durante la presentación del informe de resultados del instituto en el periodo 2016-2017 Foto Cuartoscuro Por otra parte, destacó que, por primera vez en los recientes ocho años, el IMSS registró un superávit financiero de 6 mil 743 millones de pesos, lo cual ayudará a garantizar su viabilidad financiera por lo menos hasta 2020. En 2012, recordó, el instituto presentaba un déficit de 8 por ciento de su gasto total, lo que lo ponía en riesgo de declararse en quiebra técnica y le daba un horizonte de viabilidad de únicamente dos años más. De acuerdo con Arriola, la estrategia del Seguro Social para revertir dicha situación estuvo basada en la aplicación de mejoras operativas, de recaudación y fiscalización, así como en eficiencia en la administración de sus recursos. Uno de los resultados, dijo, es que se lograron ahorros por 7 mil 700 millones de pesos en el gasto corriente del IMSS respecto al presupuesto que tenía autorizado, lo que significó una disminución real de 1.9 por ciento en comparación con 2015. Asimismo, destacó la importancia de la compra consolidada de medicamentos, vacunas y materiales de curación, lo que ha permitido al instituto economizar alrededor de 3 mil 300 millones de pesos. También se refirió a la importancia de la digitalización de trámites, lo cual ha ayudado a disminuir costos y tiempo de atención para los derechohabientes. De 2013 a 2016, dijo, se han realizado más de 110 millones de trámites de forma digital. Consultado sobre cómo se puede mantener la viabilidad financiera del instituto, sugirió crear un manual de responsabilidades financieras y presupuestales, y un protocolo de decisiones para no violentar el equilibrio ingreso-gasto.
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