Hay que leer con toda seriedad lo que dijo hace una semana el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, sobre los retos del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR):
“Tenemos que incrementar las contribuciones al sistema si queremos que quienes se retiren, ya a partir de lo ahorrado en su cuenta en la Afore, tengan una buena atención”.
En efecto, uno de los principales desafíos es aumentar el monto de la contribución obligatoria al SAR que incide en el nivel de la pensión.
En el caso de los trabajadores que cotizan al IMSS, las aportaciones totales son de 6.5 por ciento del salario mensual desde que inició el SAR en 1992.
Según estudio de la OCDE el sistema de pensiones en México, presentado en octubre pasado, las actuales contribuciones son bajas para garantizar un nivel de ingreso de más de 50 por ciento del último salario de los trabajadores. De acuerdo con los cálculos de la OCDE, una contribución del 6.5 por ciento en el mejor de los casos, para un asalariado medio, podría dar lugar a una tasa de reemplazo de sólo 26 por ciento.
Dicho de otra manera, al momento de su retiro, un trabajador afiliado al IMSS obtendría un ingreso de aproximadamente la cuarta parte de su último salario.
El presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), Carlos Ramírez, le dijo a este reportero que “estamos ahorrando muy poco, seis y medio por ciento del salario. Se requiere incrementar esa cantidad”.
Es una baja tasa de contribución respecto a la de otros países con sistemas de pensión similar al mexicano, como Colombia, con 16 por ciento, El Salvador, con 13 por ciento, así como Chile y Perú, con 10 por ciento ambos.
Ramírez agregó que “es un tema que no está como una propuesta formal de ley, pero sí está empezando a tener conversaciones con diferentes actores.
“Así lo definiría yo, como algo necesario e indispensable, en lo que prácticamente todos los actores están de acuerdo”. Donde sí hay una iniciativa formal es en Chile, pues la presidente Michelle Bachelet anunció la semana pasada una reforma integral al sistema de pensiones, el cual sirvió de “modelo” a México para crear el SAR.
El punto más importante es incrementar la tasa de contribución de 10 a 15 por ciento en un plazo máximo de 10 años, con cargo exclusivo al empleador.
“Lo que está pasando en Chile es de alguna manera una llamada de atención para México”, dijo Carlos Ramírez. Explicó que “en Chile se aporta 10 por ciento del salario y toda la aportación proviene del trabajador. En México… el trabajador sólo aporta el 1 por ciento”.
El presidente de la Consar lo planteó así: “lo que se discute hoy en Chile es cómo incrementar ese monto de contribución para tener mejores pensiones”.
Y “esa discusión tendríamos que tenerla en México lo antes posible, porque nuestro monto de ahorro es insuficiente claramente para poder ofrecer las pensiones que todos quisiéramos”.
La cantidad que se aporta cada mes en la cuenta de ahorro para el retiro llevará a quienes formamos parte de la “generación Afore” recibamos pensiones muy bajas.
Estamos a tiempo de corregirlo antes de que empiecen los retiros.
El Financiero 17 agosto 2016.
Luis Videgaray y la OCDE advierten de la necesidad de incrementar el ahorro de los trabajadores, que en la actualidad es del 6.5 por ciento de su salario, y que de acuerdo a la OCDE tendrán los trabajadores una tasa de reemplazo del 26 por ciento de su salario. Ejemplo si un trabajador gana 8 mil pesos mensuales, al pensionarse percibirá sólo 2080 pesos mensuales. Esta disminución de sus ingresos lo único que le asegura al futuro pensionado es empobrecimiento. Y hasta quizá lo haga desistir de pretender pensionarse.
Carlos Ramírez dice; «estamos ahorrando muy poco». La pregunta es, como pretender ahorrar más, si no se incrementan los salarios acorde a las necesidades de un país como el de nosotros que pretende darle certidumbre a sus trabajadores después de haber cumplido con su vida laboral.
En Chile se está dando un gran movimiento por la inconformidad de sus trabajadores al estar recibiendo unas pensiones muy bajas derivado de ese modelo nefasto de ahorro manejado por las Afore, modelo adquirido en México en el sexenio del Dr. Zedillo, entonces presidente, quien aseguró que con esa aplicación los trabajadores obtendrían una pensión digna que les permitiría vivir bien. Rotunda mentira como otras tantas que se han dicho.
En Chile la aportación de los trabajadores equivale al 10 por ciento de su salario y es insuficiente. Luego entonces si en México se incrementa la aportación como se sugiere de 10 a 15 por ciento, las tasas de reemplazo o mejor dicho las pensiones equivaldrán al 50 por ciento del salario que venía ganando el trabajador. Si ganaba 8 mil, le pagarán por su pensión 4 mil.
La conclusión es: las generaciones que pertenecen a este modelo de las Afore estarán condenadas a vivir la etapa final de sus vidas de manera muy austera con carencias y empobrecidos.
Solución: cambiar ese modelo.
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