La cobertura de seguridad social es una inversión que puede eliminar la pobreza y apoyar el desarrollo económico de los países, aunque los sistemas enfrentan desafíos para garantizar su sustentabilidad.
Ante ello son necesarios ajustes, como postergar la edad para el retiro y aumentar el número de años de contribución, afirmó Hans-Horst Konkolewsky, secretario general de la Asociación Internacional para la Seguridad Social (ISSA, por sus siglas en inglés).
En entrevista, Konkolewsky resaltó que en algunos países los sistemas ya han empezado a cambiar en los aspectos comentados, también lo deben hacer respecto de las enfermedades profesionales, de las cuales se reconocen una parte mínima.
Información de la Organización Internacional del Trabajo señala que al año se registran 2.3 millones de muertes a causa de accidentes laborales. De éstas, 15% son por algún accidente y 85% se deben a enfermedades profesionales.
Cambios favorables: respecto de la cobertura de la seguridad social, Konkolewsky planteó que siempre ha sido un desafío, sobre todo en algunas regiones de África, Asia y Latinoamérica.
Pero en los pasados 15 años ha habido cambios favorables, principalmente a partir del reconocimiento de los países de que se trata de una inversión en el ser humano que tiene repercusiones positivas en el desarrollo de las naciones, porque garantizar el ingreso con pensiones para adultos mayores favorece el consumo interno y evita que este sector poblacional, en aumento, se convierta en carga para las familias y la sociedad, ejemplo en Dinamarca. la ley prevé que cuando se determine que ha aumentado la esperanza de vida de las personas, «en automático se incrementa la edad para la jubilación, que actualmente es de 67 años». Decisiones que no son fáciles y el problema es que no se toman desde la Seguridad Social, sino en el nivel político, donde la visión suele ser de corto plazo.
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